sábado, 1 de mayo de 2010

hin

Que no sea tu sombra
Lo que de vuelo a pluma a ala
Purifique el desolado golpe del mañana.
Que de lo enfermo y lo abismal
Recorte un poco el afecto,
O pueda quizás la razón
Doblegar al ser que se cae de a retazos
Y que se necesite no más que del individualismo
Para ser un poco más cálido;
Y matar la vigilia,
En la persecución nocturna
Cuando la memoria se vuelve ácida;
Que no ruede por tu sombra
Ni que acribille tu cabeza
Que no te q u e m e s
Ni te fragmente el deseo
De ser no más nada
Ni en las esquinas
Del puro día
rendido a boca
de cada noche

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