martes, 17 de mayo de 2011

MAÑANA ES MEJOR

Conmutar el aliento desgarrado sobre la piel del frío derretido a medio labio latido entero espina de Pez. Caminarte la sombra ingenua Pobre migaja de pluma la palma etérea el aire enelhumooelhumoenel aire el cuerpo desnudo y digamos Ay por favor. Esta suciedad de molécula que nos delimita al qué sabemos del día de hoy o del sol desalineado entre los bordes de los dedos dándonos el beneficio constante de tirar de la garganta por ambos extremos como la soga que antepone al piso la caída el desarme de este golpe retorcido en el quinto anltiplano de la cueva al reloj, este que solo sabe darnos el Silencio de los nombres que argumentan nuestros huesos o el filo de la distancia recostada en la saliva póstuma cuando todo arde y la ciudad se estremece en un incendio del tipo abismo-animal entre los órganos al momento del sueño desgarrado por cada uña, del desvelo desteñido en el desgaste del cuerpo onírico extinto o la retina carcomida o qué se yo, Si nada te arremete el gesto de dos manos que se aman viajero de mil mares o constelaciones giratorias que no se dan más que por la manzana Verde estampada en el cerebro absorbiéndote la respiración o el día a día deshilachado deshaciendo los dados a la suerte de la mudanza del cuerpo diáfano, O quizás el sentarse al borde de la cama con hielo bajo la planta curtida con hielo sobre la ventana quebrada con hielo penetrando el medio de la sien y a que vos ni sabes, Pobrecita, no sabes que el mundo te mira desde afuera el mundo te mira desde adentro con ojos entre la niebla y los pájaros te vuelan la cabeza nena Respirá que llorar no salva almas ni gritar te traerá la asfixia necesaria para la suposición de este dicho Ver mejor, de la suposición de la creencia en aquel Dios tan material que habrá de darnos el humo congestionado en risas elevadas a la súplica del no te soporto tengo náuseas Quiero vivir con vos o escupirte la cara y morirme de Hambre, sí, ambiciosa del aumento en la caída sigilosa en esta noche oscura donde dicen bailar colores al ritmo del pudrimiento interno Mentime que me encanta Ay por favor. Como si no supiéramos del impacto de la lluvia cuando ésta da vida como si la espina no nadara en el aire como si el pájaro no muriera por amor, Por favor como si alguna vez realmente nos hubiese movilizado a la conmoción prematura el enredarnos las venas a falta de luces que templen los párpados o así el sonido dado vuelta articulado al pequeño espacio entre el despertar y el ritmo de la respiración no diera la medida exacta de este tan Vos, de estas últimas dos notas análogas que mi importancia excluye de tus líneas paralelas de tu diente clavado en una nube de tu cabeza entre mis manos pero hoy te digo que No; Hoy te digo que dormí pichón encastrado en el ala completa del cascarón, hoy no rompamos nada hoy me quedo en el preciso silencio anudandonos, hoy No te digo qué tan mal nos suministramos esta dosis de sangre áspera hoy no te digo pero Pichón. Decime vos, si no habrás hablado tan vanamente de la seguida demostración que al parecer mirame cero dos cincuenta y tres Mirá que no. Quizas la estadía o la continuidad o la falta o el exceso o lo que no hay no sea tuyo mucho menos mío nena parí la Materia que sepa deslizarnos de manera continua sin intervalos ni tallos por demás de apreciables entre las invisibilidades del tacto que anula la Voz

O simplemente pobrecita sea menos, Nena Parí la Materia

O simplemente nena no seas vos, nena

Parí la materia

O no seas

nena

no seas Vos.

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