Días en que respiro como si respirara.
Días en que te veo pequeña bajo tu lengua.
A veces te digo que te abraces
aunque estés sola y nadie pueda verte,
nadie pueda sentir sobre el agua de tus ojos
la estela que te acaricia y te palidece.
Días en que recuerdo que a tu amor profundo
lo habita tu único silencio
a la hora de las luces muertas,
siempre y donde el oxigeno
tiene forma de pez al filo de la ternura
cuya existencia se da solo
al labrar tus facciones contra el sol aparente.
-Porque por estos tiempos ya nadie sabe del sol.-
Ya todos se delimitan por un caleidoscopio multiforme, dicen.
Días en que te veo pequeña entonces
al borde del desamparo balanceando un pié primero y luego el otro
como si no esperaras nada.
Como si esperaras todo.
O solo a las muertecitas
Las únicas que conocen tu llanto
el grito mudo al vacío
tu consuelo barato
Que sean ellas las muertecitamor
las que vengan a buscarte
y te arrastren dormida hasta el entierro.
a por ellos.
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