miércoles, 12 de enero de 2011

Podría jurar que lo hubiéramos visto.

Dícese un estallido luminoso al centro del grito huido. Un pequeño viaje a los confines más exóticos redondeándose por entre los párpados a respiro entrecortado. Y ven de pronto la colina enterrada al sol de cabeza como si la boca se le abriera para tragarse el océano entero por los dientes. Que los ojos se les vuelan, digamos puede vérseles como una cabeza de peces cristalinos destellando un alma roja a un rio vacío donde un ser que respira se ha quedado dormido. Lame los dedos por sus puntas a manera descalza de retraso continuo por donde las vertebras se habrán vuelto espinas calcinadas al abismo de la mañana congelada, de todo este espíritu hecho hielo tanto sea quitándose las pestañas una a una para sentirse menos o vivo o bien sea palpando por los labios húmedos este retazo de ala de libélula desprendida de los ojos. Ni más ni menos, una sutil lejanía de eco cercano a la superficie de un aroma noctámbulo proveniente desde el centro de la espina, el centro del grito huido, oleadas luminosas de aliento onírico entrelazando el núcleo cerrado al dedo invisible palpo de hierba colmena híbrida nadar hasta el fondo y no digamos más nada. Respirar por ciertas mañanas con el cuerpo bajo agua tan lleno de niebla siendo la flor del sexo más puro oculto entre palabras que no imagina sino lo solo levitándose en el tiempo que no ha venido y tiene la forma del corazón de una gema enterrada, el corazón del crepúsculo adormecido tiernamente al borde del suspiro estático de un hilo de seda y es Querer permanecer en la vigilia teniendo razón del óculo para ver lo que se es nunca amanecido y Levitando: todo lo que ahora tenga alas será continuo reflejo de mano propia y la piel tendida como una tela sobre la tierra húmeda; es lamer el aire como si fuera verde y que tuviera un gusto verde como si fuera el río y tener todo lo que existe sobre la palma y que sobre la palma se esté a sí, sabiéndose parte en cada dedo articulando el mal dormir, las noches enfermas, el exilio del cuerpo perdido en una voz que deambula por entre ambos ojos como orbitas toda la noche y todo el día para silenciarse entre cuatro paredes a merced de la soledad más rotunda calando la memoria. Es verse despierto en lo que se nace dormido, oler el insomnio color púrpura en medio de un canto de hielo, fractura del árbol carcomido por el día ido y por el que vendrá, Un insecto entre las vertebras tragarse el invierno caminar por la muerte nadar hasta el fondo Y No decir Nunca más Nada, que se asemeje a la vigilia.

1 comentario:

  1. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    COMPARTIENDO ILUSION
    HOLDEN

    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...




    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

    José
    Ramón...

    ResponderEliminar