miércoles, 12 de enero de 2011

Pfffffffff.

Tener lo que se quiera en tanto y en cuanto dé el cerebro la media neurona vacía para poder decir No. Sabe nadie sabe quién de lo que acá se encierre se ahogue se vierta se dé por contado desde el principio hasta el final la vocal variable de tanta palabra hecha pedazos como si hubiese tenido realmente algún valor previo. Nunca se supo tanto como hoy de máscaras y trajes elegantes de la apariencia de costado del brillo estancado en el no todo lo que brilla es oro pero pudiera sin embargo ser vendido como tal Ó me vas a decir por favor querido que no sos parte de tanto show en el cual ni vos sabes quien sos; Me vas decir, querido, que no se llevan todos ellos todos nosotros todos el premio a la mejor actuación de tal desnudez sometida a piel fría de tanto hablar y hablar y hablar sin conciliar verdad alguna para florecer en boca de cualquier lengua ponete una camisa negra y salí a caminar. Andá, vola, que te haga bien que te haga brillar y sentite oro, anda; sentite lo que nunca en tu vida en tu muerte serías de manera cierta retorcete las neuronas a manera de dar cuenta al presagio primitivo de lo que se llama caverna, vieja historia la caverna, el saberse de algo que no se es, el ondularse por horas durante sombras que son luces que son sombras que se tragan como luces y no sabes quien sos, nadie lo sabe nadie me vas a decir ,querido, que tenes aunque sea un indicio de que tus pies saben a tierra saben a cielo saben a mar saben a lo que vos quieras en cuanto Vos quieras porque así es como dice mi menor que es y nada más, de forma interrogativa digamos, justo por lo anterior a esta constelación de agua tibia yo sé que me duermo con los ojos abiertos y que en probable situación lo que yo veo no es nada más que aire dentro del aire que se mete entre mis huesos y me da la asfixia necesaria como a vos, Querido, o me lo vas a negar, Ó me vas a decir que tanto palabrerío no te sienta así de bien que no te tiñe la piel como si supieras del color de tu llanto como si la descripción de tu cadáver no te pareciera cierta siendo sin embargo tan deambulante como cualquier otra como si no estuviera Perdida como si no se esfumara al decir acá estás, señalando con el dedo a donde nunca estuvo y ahí te quedas, con tus lucecitas de colores, con tu dedo tendido, con tu certeza de alcornoque a quién decirle qué a quien gritarle que ahí está todo lo que siempre quisiste ver nada más Y yo que juro me dormía plena sobre tu espalda, Ahora podría estar ahogándome en el charquito de tu sombra, ni más ni menos, que así estamos.¡ Así estamos!


(Es cu pir)

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