viernes, 16 de julio de 2010

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( Voy a no decir nada porque es así como funcionan las cosas a través de las naranjas. Yo corría por donde no quería por cierto tema de papeles en su nuca. Me senté a esperar no se qué hasta que se me pudriera un dedo; el que tiene el ojo que mira la televisión de costado. Los comestibles acompañan el dolor ajeno cuando uno decide correr menos. No importa por donde. Dije que no iba a esperar más. Y llegaron los papeles a desangrar la nuca en mi living sin importar las alfombras ni los sucios envoltorios dispersos en la habitación. Todos lloramos sobre la mesa. Pero no tengo rencor. Ella debió haber amado su libertad mientras su mano se agitaba en el aire. )

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