sábado, 18 de septiembre de 2010

(Pero en silencio)

Amar a todo pulmón a todo emblema de ser de vuelo, amar por los bordes por el fracaso por lo huido y por lo húmedo entre los huesos. Amar a ternura ausente a miedo precoz por la caída de siempre; también por el lenguaje, por la calma y la espera y el cristal entre ambas manos así tan quietas; Amar por hambre de nostalgia, por el cielo dentro de la jaula amar en boca nocturna en paisaje impreciso de alma doblegada, ( Digo amar del todo) . Amar por lo que nace por lo que yace amar a tacto simple de palma tendida a la superficie del agua, amar a los ojos amar por fórmulas que sean fragancias que sean livianas que sean frágiles desprendiéndose de dicha piel pluma envuelta al aire ; Amar por constelación ajena por miedo inútil por la entrega la mudanza de este cuerpo y la distancia bajo tierra, amar por el estado y la conciencia por lo práctico o la simpleza, amar por la milésima exacta de saber decir el fuego de manera calma sin comenzarlo ni destruirlo amar por invención de universos dentro de este invierno con gusto de alba anestesiada; Amar por el canto de lo que ha sido y amar lo que todavía no, amar a paso histérico de deseo ambulante cegado en la vigilia, amar a tristeza eterna en la garganta dormida. Amar por ánimo de encelo por coraje de permanecer así tan muerto así tan vivo, amar en el respiro en el exhalo en el olvido; Amar las longitudes enteras el instante justo del grito después, amar las mañanas las soledades el aliento quebrado, amar los dientes de lo impuro arañando la sed Amar a costa insomne a centenar de olas precipitadas en el centro de lo que no se es ; Amar a este sonido de penumbra bajo la lengua amar a saber gritar para sí en la boca cocida de quien no duerme, amar la noche por tanto se ame cada letra, toda la noche se nace de letras amemos la noche alguien se arrodilla y en medio de ella suplica Amar; Amar todo lo ido y asegurar que vendrá, digo amar del todo (primero) a ojos cerrados (en el silencio) criatura poseída pronuncia el verbo; Pronúncialo:




viernes, 3 de septiembre de 2010

No lo sé.

Y la verdad es que nada de esto ha sido nunca para una buena causa común (digo), causa conjunta digamos, causa alguna más perfectamente dicho ninguna. No podrías ni desvanecerte en el aire por el solo y simple hecho de siquiera palpar la usencia hablando tanto del acá como del allá bien dentro de si desvistiéndose la piel de a pedazos como quitándose un vacio y volviendo a depositarlo en el mismo lugar, volviendo a la consciencia loca totalmente loca de saberse así tan desnuda y que sin embargo no la mire nadie de nadie y salga uno de uno en sí y se observe como a un espejo que le repugna, pero que de repente sea el ojo propio el que este hecho de vidrio de aire de nada del otro lado y del otro también; que no quede palma alguna para entibiar esta ausencia para acariciar este ser de llanto fértil este llanto de miedo ajeno que es del espejo que no es ajeno que uno no sabe si es uno o es el espejo (o es uno realmente, o es el espejo) uno no sabe si es acaso algo que vive o algo que ha muerto ya repetidas veces quizás, porque el vacio es la más insoportable anestesia entre las células donde se hunde el alma y a uno poco le interesa nada porque no sabe nada de nada y yo puedo decir por ejemplo que ahora en este momento preciso No tengo Nada. Y sé que he de no tener nada siempre, nada de nada, nada nada nada nada (deténgase a sentirlo); solo queda la anestesia, queda. El alma hundida y yo (míreme y tóqueme) y sabrá a sentido forzado de palma congelada (que). Me he quedado completamente pasmada.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Leave, but don't leave me.


La conmoción quebrada en la garganta y me arrodillo. Sé que podría estar naciéndome desde la raíz del llanto porque abro las manos y entre ellas un nido de agua donde acérquese persona y vea un pez rojo pequeñito hecho de tristeza y me arrodillo. Me envuelvo en este aire y tiendo una mano y casi grito vacío porque hasta bajándome los parpados con dos dedos me he visto sola en medio de una sucesión de noches por tanto días entrando en mi cuerpo como revelaciones en las que sé de mi muerte y poca es la importancia del temblor que agita el pensamiento de ser una cosa entre las cosas, un olvido nocturno, lo más frío colgando en el día a día del resto y el otro o los otros o no. Digo entonces no es eso sino que tiendo una mano y la conmoción quebrada en la garganta porque es lamer la soledad desnuda y me arrodillo, y me envuelvo en este aire porque hace frío y he aquí que tengo un pez triste en un nido de llanto donde me asomo y me mira diciendo por sus ojos que no es más que el reflejo de alguien deambulando en el vacío como pluma blanca caída al silencio de una noche oscura en boca del desvelo, en un nido de ratas, en un nido que no dice nada de nada (pero). Ahí dentro se escondía también otra boca, que susurraba la forma de mi sombra, justo por lo bajo de las constelaciones superpuestas, por detrás de esta cornisa enferma y yo alucinaba seres luminosos, yo creía hablar con peces estancados en la memoria que bebía, Yo creía; hasta que un hilo de silencio se quebró en el respiro. Y la ausencia de un solo golpe anestesió mi cuerpo entero.